Estudiante
Legado me recuerda a diario que es posible inspirar corazones y transformar el mundo no solo con nuestro trabajo, sino, sobre todo, con la promoción de los batidores de una línea de producción. Qué inspirador ver la producción de café, el proceso de "extremo a extremo", los trabajadores, la belleza de los campos, los perros ... Estas son pantallas mentales que corro con cariño. Me doy cuenta de que es posible cambiar el mundo tocando corazones. Un corazón inspirado es más productivo, creativo y resistente. Hoy, cuando me levanto, siempre busco la taza de café con un motivador para el día. Surgen ideas, los proyectos se idealizan con pequeños sorbos. Unirnos también nos inspira a transformar el mundo.